La aptitud suma, la actitud multiplica
Las empresas y organizaciones necesitan personas con una buena actitud y disponibilidad, los conocimientos se pueden aprender, pero es muy complejo cambiar de personalidad.
La buena noticia es que se puede aprender, no es magia, es Inteligencia Emocional, como diria Elsa Punset.
Si estas buscando trabajo éste es tu proyecto personal y profesional, así que concédele el valor que tiene, tanto si es un trabajo para la supervivencia como si es un trabajo motivador o un emprendimiento.
Cuida tu actitud por muchas razones, una de ellas es porque las personas que te atienden en las oficinas, o por teléfono o por mail intentan ayudarte, si vas con una actitud prepotente, pasota, descuidada surgirá en ellos esa misma actitud contigo, por muy profesionales que sean.
Es mejor que lo veas de forma positiva y te alejes de los juicios, las críticas y la censura; si lo piensas tu voz lo transmitirá y la persona que te atiende lo sentirá.
Tu sonrisa, la confianza en ti misma/o, mostrar que saber estar y ser un profesional te abrirá puertas.
Autoconfianza (requiere autoconocimiento)
Motivación, pensamiento positivo.
Iniciativa y proactividad. Búsqueda y selección de canales de información.
Humildad para comprender que siempre podemos aprender.
Valores: perseverancia, compromiso, constancia, planificación, organización…paciencia.
Tener tu objetivo claro.
Habilidades sociales.
Eres la/el responsable primero de este proceso en el que estás volcada/o, así que, lidera tu proyecto de encontrar trabajo, ya no se puede delegar. Aún así puedes encontrar tutores, fundaciones públicas y privadas e instituciones que te echan un cable para tu itinerario.
Agradécelo con tu actitud!
La buena noticia es que todas estas habilidades y competencias se pueden aprender e interiorizar con la práctica.
Las llamadas competencias transversales o soft skills.
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