Entender de dónde surge la indefensión aprendida. 

Los primeros estudios llevados a cabo sobre la indefensión aprendida se deben a Seligman y Maier (1967).

Pero, ¿Qué es exactamente la indefensión aprendida?

A grandes rasgos podemos definirla como: 

  • Se refiere a la condición por la cual una persona o animal se abstiene de dar una respuesta ante situaciones hostiles o dolorosas.
  • Cuando las acciones para evitarlo no han dado resultado positivo o esperado hasta el momento. 
  • Las personas o animales pueden acabar por desarrollar pasividad ante este tipo de situaciones, u otras similares que evoquen el recuerdo, consciente o inconsciente, de esa situación del pasado.

Entender la forma en que se ha desarrollado dicho fenómeno en ti es vital para poder comprender porqué te cuesta poner límites, alejarte de situaciones dolorosas, tomar acción por lo que deseas y te gusta. 

Las creencias limitantes actúan como un fuerte lastre que impide tu desarrollo personal y hace que tu autoestima esté bajo mínimos  autoconcepto sesgado y  te falte motivación.

La indefensión aprendida es un esquema de pensamiento que se desarrolla de forma gradual y que poco a poco reduce las fortalezas psíquicas y corporales hasta el punto de doblegar la voluntad. Todos somos vulnerables a este sesgo cognitivo. .

 Para saber más sobre sesgos cognitivos.

Por ejemplo: 

  1. Ante la situación global que nos ofrece la crisis (oportunidad) Covid19, podemos creer que no podemos hacer nada, nos sentimos indefensos ante la situación, vulnerables y en manos de las decisiones políticas y económicas, y que no podemos hacer nada para obtener una respuesta positiva: Indefensión aprendida.
  2. O, por el contrario, decidir conectar con una actitud positiva y responsabilizarnos de nuestra área de poder.
  3. No caer en la agresividad y la oposición directa.

Aprender a defenderte es un proceso de introspección, análisis, aprendizaje para la toma de decisiones.

Requiere:

  • Aprender a reconocer tus miedos más profundos, probablemente adquiridos en tu infancia.  En este sentido el acompañamiento espiritual, la espiritualidad laica y ejecutiva, es una gran aliada. Te dejo el enlace a un artículo en el que hablo del proceso de aceptación y transformación.
  • Aprender a gestionar tus miedos y afrontarlas situaciones. Gestión emocional y del estrés.
  • Cambio de patrones de pensamiento: creencias limitantes.
  • Aceptar que el miedo forma parte del ser humano y tiene su función más clara y específica en la supervivencia.

 

Creencias que puedes interiorizar si decides asumir el reto de cambio:

«Yo soy responsable»

«Yo decido»

» Yo dependo de mi, mi actitud lo manifiesta»

«Yo soy consciente y decido aprender, perseverar, mantenerme activa/o en mi proyecto»,

» Yo conozco cómo salir de esta situación, lo aprendo y lo practico»,

«Yo siento esperanza y optimismo» 

Es una cuestión de actitud, de tomar consciencia y de querer aprender hacerlo de otra manera.

Espacios a los que llegarás con el entrenamiento:

Fluir con el optimismo. La vida ofrece más y mejores oportunidades.

Al equilibrio entre el miedo y el coraje responsable y sano.

A tener más confianza y seguridad  en ti: Autoestima estable y alta.

Un autoconcepto más real que te genera fuerza interna.

Poner límites a situaciones y personas hostiles.

Usar valores como: pasar a la acción, tomar responsabilidad, ser diligente.

 

Atrévete a parar, observarte y florecer:  Salir de esa indefensión, pasividad y resignación para tomar las riendas de tu vida.
No es magia, es inteligencia emocional.
Te acompaño en este proceso interno para tu empoderamiento en calve femenina.

Para saber más:  Documentos sobre Indefensión aprendida.