Estado de alarma en un contexto de malos tratos.
Seguramente las que estamos leyendo esta entrada al blog no estamos en este estado de alerta máxima. Y lo bueno sería que ninguna mujer ni sus hijos lo estuvieran viviendo, pero lamentablemente el mal trato a las mujeres existe y, como efecto colateral, a sus hijos.
En situaciones de «normalidad» estas mujeres gozan de espacios de tranquilidad para gestionar su vivencia, algunas desde el silencio absoluto y el miedo bloqueante, otras respirando cuando van a comprar o pueden relacionarse socialmente.
Lo cierto es que la situación es compleja y requiere de profesionales expertos para tratar a estas mujeres, que por las razones que sea, siguen conviviendo con su maltratador. Toca a los especialistas la literatura y consejos para tratar esta situación.
Personalmente, y de forma presencial hasta la crisis de la Covid 19, aporto mi grano de arena en los talleres que promociona el SIAD de Salou con el programa de talleres para la Gestión Emocional y haciendo voluntariado en Grup de dones de Salou con tertulias asesoradas para el empoderamiento femenino.
Es mi grano de arena, mi aportación a la sororidad: Unión afectiva entre mujeres, círculos de mujeres que se apoyan y ofrecen ayuda entre ellas.
Por esta razón os invito a estar alerta ante las señales que podáis detectar en vuestro entorno y tengáis en cuenta que todos los medios de atención a la violencia de género machista siguen activos.
Los Servicios Sociales locales tienen activados los servicios mínimos. 900 900 120
Teniendo en cuenta la dificultad del momento actual, si detectáis que vuestra vecina, amiga, compañera… está en situación de riesgo ofrecedle vuestra ayuda. Comunicaros con ella, mitigareis el sentimiento de soledad, ofreceros para ser vosotras las que contacteis con los servicios que pueden atenderlas.
Alba Alfageme, psicóloga experta en victimología, asegura que en estos momentos el entorno es clave, apunta que ahora no vale aquello de «si me necesitas llama», si no que es el momento de ser proactivas i contactar con ella a menudo para comprobar que todo está «bien».
Si sospecháis que existe alguna situación de violencia machista prestadle vuestra atención soporte y ayuda.
Esta psicóloga se refiere a las personas más cercanas con quien pueden establecer códigos para que te pidan ayuda; chat, encuentros en las tiendas de comida, por la escalera… en aquellos momentos en los que podrás establecer ese contacto de seguridad para ambas y que para ella significa sentirse un poco más protegida.
Os recomiendo que no entrar en juicios personales sobre las razones de su situación, como ya os he dicho es un tema muy complejo y profundo.
Ahora toca todo lo contrario; prestar soporte, solidaridad entre las mujeres, crear un círculo de relaciones entre iguales. Nos necesitamos las unas a las otras.
Soy Anna Pastor Cherta, Experta en Gestión emocional y del estrés. Asesora de vida, acompaño a mujeres para su empoderamiento interno y liderazgo desde 19888.
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